Así mismo lo leo en 20 minutos. Un pobre chino (es que se meten en tos los fregaos), en el 78, fue al médico por un resfriado, y le quisieron poner una inyección en el culo. Pero la aguja se rompió, y se quedó incrustada en culo. Quiso que se la quitaran, pero por aquella época, no pudieron. Por eso, fue hace poco a que se lo sacaran, y tras unas horas, pudieron.
Le copio la postdata al becario: Cualquiera le gasta ahora una broma como las que nos hacíamos en el cole con el compás. Cada vez que me acuerdo doy un saltito.
Fuente: El blog del becario – 20minutos
Se dice que…